La música como herramienta de ayuda a los colectivos desfavorecidos.

En Silent Media siempre hemos creído en el poder inherente de la música para curar y sanar emociones, tanto para el intérprete como para el oyente, a través de la experiencia expresiva.

La Escuela Bolivariana de Jose Marti es un claro ejemplo. A lo lejos se escucha el “chim pum” de la música y los niños corriendo a través de los pasillos.

El sol radiante calienta con sus rayos el campo repleto de estudiantes al tiempo que practican con sus instrumentos de todo tipo. Fundada en el barrio de Sarria en Caracas, Venezuela, esta escuela está situada una zona crítica de disturbios y peleas. Caracas tiene la tasa de criminalidad más elevada de Sudamérica.

El Sistema

Tal y como lo describe el director de la escuela, Rafael Elster, “Hay peleas constantemente pero la policía es tan corrupta como los ladrones, si no más… Hay disparos todo el tiempo. Hace poco dispararon a un par de niños…”, asegura afectado. Es evidente que la vida en Caracas se está cobrando un peaje en las vidas de niños y adultos. Pero en contrapartida, la Escuela Bolivariana de Jose Marti es una de las muchas organizaciones del territorio Venezolano que toman riendas en el asunto y tratan de reformar el entorno social de manera radical, más conocido como “El Sistema”, que da una oportunidad a estos niños que a menudo viven en circunstancias lamentables. Se les da una posibilidad para salir del círculo de pobreza que rodea sus vidas a través del aprendizaje e interpretación de la música.

Visionario y Fundador

Establecida en 1975 por el músico, activista y educador, Jose Antonio Abreu, El Sistema se fundó en un garaje junto a otros nueve músicos. Desde este humilde comienzo la red se ha expandido a otras 300 orquestas y coros a lo largo u ancho de Venezuela e incluso otras partes del mundo, llegando a alcanzar la cifra de 700.000 niños afiliados (datos a fecha del año 2015). El Sistema es un sistema educativo financiado con dinero público; el programa se inició para “proporcionar educación de música clásica gratuita para promover los derechos humanos y ayudar al desarrollo de los niños desfavorecidos.”, en lo que Abreu describe como “un proyecto de inclusión social muy rápido y eficiente. No se trata solo de la felicidad personal sino también de aprender habilidades sociales para ser capaces de tener una profesión digna.”

El Poder de la Música

La necesidad de una reforma social vino a través de la observación de Abreu y darse cuenta de que Venezuela no tenía una orquesta compuesta de músicos venezolanos sino de músicos extranjeros, principalmente europeos. En aquel momento la educación musical y artística en general, solo estaba reservada para las familias que pudiesen pagar un instrumento para sus hijos. La idea de Abreu es formar un país en el cual la educación musical sea accesible a cualquier residente de manera que se borren las líneas que dividen a la sociedad entre pobreza y élites. Abreu trabajó duro en las gestiones pertinentes y no descansó hasta que consiguió hacer el primer concierto de la Orquesta Joven de Venezuela el 30 de abril de 1975.

En Venezuela, el programa consta de 4 horas de clases teóricas y ensayos diariamente tras las clases del colegio, al igual que en los fines de semana.

La visión de Abreu ha creado una revolución eterna que seguirá transformando vidas jóvenes en Venezuela, y más allá. Esto es uno de muchos ejemplos de la capacidad de la música de proporcionar la solución y causar la reforma radical, tanto en sociedad como en individuos.

 

Aquí puede encontrar a José Abreu que brevemente habla de sus ideales.