Salud, Riqueza y PVC Juguetes

Juguetes vs Pantallas Táctiles

La creciente preocupación de los padres respecto a los hábitos de sus hijos durante su tiempo de juegos ha abierto recientemente un debate y estudio sobre las prioridades de los niños a la hora de escoger entre juguetes tradicionales o tablets y teléfonos móviles.

Una encuesta que se hizo a nivel nacional en Estados Unidos por Michael Cohen Group (MCG) afirmó que más del 60% de los padres respondieron que sus hijos usaban “a menudo” las pantallas táctiles – un 38% de esos padres también aseveró que usaban estos dispositivos de manera “muy frecuentemente”. Frente a estas cofras, solo el 40-55% de los padres aseveró que sus hijos jugaban con juguetes tradicionales (muñecas, figuras de acción, manualidades, video juegos, juegos de mesa…) “”a menudo” o “muy frecuentemente”.

La Industria del Plástico

A pesar de esta tendencia, la industria de los juguetes siguió moviendo 3 mil millones de libras en 2017 en el Reino Unido y más de 20 mil millones en el 2016 en  Estados Unidos.  Así pues la industria de fabricación de juguetes tradicionales está a la baja pero aún es muy significante. Uno de los mayores problemas que presenta esta industria reside en los materiales que se emplean para su fabricación. De acuerdo con el informe de Plastic Magazine, el 90% de los juguetes que se fabrican lo hace con plástico. Este material ofrece numerosas ventajas: durabilidad, es estético, fuerte y flexible.

Los plásticos dominan la producción de la industria del juguetes, de hecho las fábricas emplean diferentes tipos de plástico según el tipo de juguete que se vaya a fabricar. Así pues el Polivinilo Chloridrato (PVC) es uno de los materiales más empleados sobre todo para muñecas, máscaras, globos y juegos educativos; el Polietileno (PE) se usa para la fabricación de bicicletas, muebles de jardín, juguetes de tracción y también muñecas; los elastómeros para juguetes infantiles y el poliestireno para componentes de juguetes y estructuras (cráneos, garajes, perforaciones), puzzles, juegos de mesa y sonajeros.

El PVC es un plástico increíblemente versátil. Requiere un mantenimiento mínimo cuando se usa y es especialmente duradero – comúnmente se usa para fabricar productos de muy larga duración, con una expectativa de vida de más de 50 años. Y es aquí donde reside el problema: el PVC es un plástico muy tóxico para el medio ambiente hasta el punto de haberlo llamado como el “veneno de plástico” por los investigadores y protectores medioambientales.

Sostenibilidad

No existe ningún método para fabricar y usar el PVC de manera limpia. El clorhidrato de vinilo ha sido calificado como el plástico más nocivo para nuestra salud y el medio ambiente; ningún otro plástico contiene ni libera más químicos tóxicos. Sin embargo, el PVC es 100% reciclable tanto por procedimientos químicos o mecánicos.

Como resultado de estos hechos, la cuestión de la sostenibilidad ha crecido entre los círculos de debate durante las pasadas décadas. En el pasado, reciclar PVC no era algo habitual en los centros de reciclaje porque las técnicas eran caras y complejas. En cambio, durante los últimos 10 años las compañías han empezado a reciclar el PVC gracias al desarrollo de técnicas y abaratamiento de costes.

A la hora de fabricar juguetes que no dañen el ecosistema se presenta el dilema de encontrar un equilibrio entre hacer los juguetes seguros y al mismo tiempo sostenibles. Pero, además de reutilizar juguetes antiguos o recliclarlos, ¿qué otras opciones existen para reducir el impacto medioambiental de esta industria?

A pesar de que es cierto que gran parte de los centros de reciclaje pueden hoy en día reciclar los termoplásticos tales como el PVC o PP, antes de comprar un producto nuevo siempre deberíamos tener en cuenta la opción de optar por juguetes de segunda mano e incluso en la donación de juguetes usados en buenas condiciones a organizaciones benéficas, ONGs y orfandades.

¿Qué fue de tus juguetes favoritos? ¡Cuéntanoslo con un comentario!